EVOLUCIÓN Y VARIACIÓN DE PRECIOS DE INSUMOS DIFUNDIDOS

Informe Octubre 2014
Como cada mes, el Centro de Investigación y Gestión de la Economía Solidaria (CIGES) publica la evolución y variación de precios de insumos difundidos de los rubros ierro/aceros, cemento y aluminio, de acuerdo a lo solicitado por la Asociación PYME y la Casa PYME Nacional.

Este Informe que presenta el relevamiento a setiembre del corriente año de los precios de los 22 productos seleccionados, muestra claramente la consolidación, durante los primeros 9 meses del año, de una tendencia que viene produciéndose desde la post devaluación del 2002 consistente en que los monopolios y/u oligopolios fabricantes de dichos bienes incrementan los precios de los mismos muy por encima del aumento de sus propios costos y del nivel general de precios de la economía (medido por cualquier índice, IPMNG, IPC, aun tomando el llamado Índice Congreso o Índice de la Oposición, que carece de todo rigor metodológico, pero que siempre estima la inflación muy por encima de los valores reales). Tampoco siguen la “supuesta” lógica de la Oferta y la Demanda, ya que ante el menor ritmo de actividad económica que registra el país, los precios
deberían bajar y no subir.

Así, resulta imposible separar la concentración monopólica u oligopólica de los mercados de insumos difundidos de la tendencia alcista de los precios de los mismos. Las empresas de estos sectores estarían haciendo abuso de su posición dominante en el mercado, con escasas limitaciones por parte del Estado. Los casos denunciados ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia no avanzan y luego del mero paso del tiempo son archivados sin encarar ningún tipo de investigación antimonopólica.

La información que aportamos en el Cuadro Anexo, es demostrativa de lo mencionado precedentemente. Allí puede visualizarse que, el rubro “hierro/acero” manifestó una variación acumulada en los 9 meses de 2014 del 62,72% en promedio, en un rango que varía entre el 59,5% y el 70,3%. En el rubro “cementos, cales y ladrillos”, la variación de precios promedio para el mismo período, se ubica en el 29,75%, aunque en este caso la variación manifiesta oscilaciones dispares para los productos seleccionados entre el 15% y el 42%. Mientras que para el rubro “aluminio”, acumulado del año a setiembre, arroja una variación del orden del 30%, que por estar cotizados en dólares sigue la evolución del tipo de cambio nominal. De los 22 productos
seleccionados, 20 han manifestado aumentos durante el mes de setiembre, uno ha permanecido igual y otro no ha registrado cotización.

Aún más, la diferencia que se apropian los monopolios y/u oligopolios en nuestro país en detrimento de la rentabilidad de los eslabones más débiles de las distintas cadenas productivas (consumidores, microemprendedores y PYMES), es marcadamente superior a la que obtienen en Brasil o en el promedio internacional. A modo de ejemplo, puede señalarse el caso del acero, cuyos precios, tanto en Brasil como en el mercado mundial entre 2006 y 2011, han sido inferiores
a los que se registraron en Argentina en ese lapso. Mientras que en el mercado internacional en el año 2011 el precio del acero era de u$s857 la tonelada y en Brasil de u$s1130 la tonelada, en Argentina su precio era de U$S 1145.
Fuente: Cámara de Industriales de Proyectos e Ingeniería de Bienes de Capital de la Rep. Arg.

En ese sentido un sector de la industria argentina que tradicionalmente fue competitivo en América Latina como el de fabricación de bienes de capital, ha sido claramente perjudicado ya que las altas tasas de rentabilidad de las corporaciones monopólicas y/u oligopólicas superan
ampliamente a las de las empresas del rubro, que ven aumentados sus costos artificialmente, dificultando la reconversión de la matriz productiva del país en el proceso de sustitución de importaciones, como se muestra en el cuadro que sigue.

Evolución de la tasa de rentabilidad s/ventas promedio 2005/2010
Fuente: Cámara de Industriales de Proyectos e Ingeniería de Bienes de Capital de la Rep. Arg.1

También por este motivo la economía en su conjunto pierde competitividad, ya que al tener que soportar costos más altos derivados de los precios que las grandes empresa y corporaciones les fijan a los insumos de uso difundido para obtener así altas tasas de rentabilidad, el resto de las empresas parten de costos más elevados para sus producciones que, muchas veces, las dejan afuera de transacciones en el mercado mundial.

Asimismo, en general, resulta frecuente escuchar a los voceros de grandes corporaciones locales y multinacionales insistir sobre la necesidad de reducir el “gasto público” y el “déficit fiscal” porque –según la teoría económica ortodoxa- son causas de inflación.


Sin embargo, la evidencia demuestra que parte del déficit público es generado por las mismas corporaciones al realizar maniobras fraudulentas de evasión y elusión tributaria, siendo además beneficiarias del incremento de la obra pública como motor de la actividad económica y elevando 
artificialmente los precios de sus bienes extrayendo recursos de toda la sociedad en beneficio propio.
Hace algunos días la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), comunicó que 51 grupos económicos locales y multinacionales rectificaron sus declaraciones juradas por más de $470 millones a favor del fisco, luego de reconocer la realización de planificación fiscal nociva a través del convenio que nuestro país tenía con España para evitar la doble tributación.

El organismo tributario detectó a través de una investigación que una cantidad considerable de empresas cambiaron su domicilio local a la península ibérica para eludir de manera fraudulenta el pago del impuesto a los bienes personales o participaciones societarias.

Entre el conglomerado de grupos económicos que utilizaron este mecanismo se hallan las siderúrgicas Techint y Acindar, y la cementera de capitales suizos Holcim (ex Juan Minetti) que los informes del CIGES destacan habitualmente como formadores de precios en el mercado local.

Es así que los problemas inflacionarios de la Argentina deben ser abordados en su complejidad, debatiendo el origen de los mismos, pero no solo teniendo en cuenta el aspecto fiscal o monetario en que la ortodoxia sigue insistiendo, sino principalmente, atendiendo a la estructura de los 
mercados y a la regulación estatal. Desde esa perspectiva es que la nueva legislación que crea los Tribunales del Consumidor y el Observatorio de Precios genera expectativas favorables para que monopolios y/u oligopolios tengan mayores limitaciones para hacer uso y abuso de su posición dominante
Fuente: Centro de Investigación y Gestión de la Economía Solidaria

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