Primer clásico en el máximo nivel de Básquet: Ramos Mejía LTC Vs. Estudiantil Porteño.

El ambiente basquetbolístico del oeste se paraliza por el choque entre Ramos Mejía LTC y Estudiantil Porteño. Dicha expectativa se potencia por varios factores. El principal: es la primer vez en la historia de FeBAMBA que ambas instituciones vecinas se enfrentarán en la división máxima.
De allí que luego de varios meses de postergación, a partir de las 21.30 el Rancho recibirá a Porteño en medio de un clima previo con mucha ansiedad, incluyendo cargadas y chicanas mutuas en franco ascenso, tomando en cuenta que originalmente el cotejo debía jugarse en abril pasado.

Por todo lo que representa el partido para una ciudad que respira básquet, reunimos a cuatro jóvenes jugadores surgidos de ambas canteras al costado de las vías del Sarmiento donde a esa hora cientos de personas bajan de la estación provenientes de sus trabajos, o realizan las últimas compras antes de internarse en sus hogares, para que nos describan sus sensaciones a horas de lidiar dentro del rectángulo con algo que ambas hinchadas han dado en llamar "el orgullo de la ciudad". 

Del lado anfitrión, los hermanos Facundo y Patricio Pontillo; por la visita Ignacio Del Peral y Sebastián Tilloy. Facundo, el mayor del cuarteto, y en coincidencia el más serio es el único que nunca disputó el clásico en las inferiores; admite "estar muy entusiasmado ante lo que se viene. Hace mucho que se viene hablando de este encuentro, sabemos que va a venir mucha gente, y es una realidad que no podemos negar: no va a ser un partido más, pero también es cierto que fuera de ese entorno nosotros no podemos darnos el lujo de perder si queremos olvidarnos definitivamente de la zona baja y pensar en disputar otras cosas".

Sebas, Nacho y Pato si se enfrentaron (por tener la misma edad) muchas veces desde premini hasta preinfantiles. Luego Ramos LTC comenzó una escalada en los niveles de competencia y no se volvieron a cruzar. Hasta ahora.

"Va a estar lindo porque ellos (Porteño) van a traer mucha gente, y en todo este show previo (NdR: a través de las redes sociales la visita, entre otras chicanas, le solicitó las dos tribunas) aumentaron las ganas de enfrentarnos y quedarnos con la victoria", afirma Pato. Conscientes de que un clásico es diferente a los demás partidos, Sebastián asegura: "Sinceramente desde que Juani (González, entrenador de Estudiantil) tuvo la confirmación de cuando se jugaba, nos habló de ellos, los scouteó y entrenamos pensando en que el viernes la tabla de posiciones no cuenta, será nuestro rival más complicado y tenemos bien en claro que ellos harán todo lo posible por ganarnos. A la hora de jugar será Ramos contra Porteño". Como muestra de la intensidad que ambos prodigarán valen los antecedentes este año en las formativas, donde ambos clubes jugaron en el Top 20 con gimnasios completos e hinchadas alentando constantemente.

" Tenemos bien en claro las actualidades de cada uno; ellos están primeros y nosotros estamos a mitad de tabla, por eso necesitamos los puntos. Por todo lo externo es lógico que ambos vamos a dejar todo por quedarnos con los puntos, pero nos concentramos en el partido. Lo demás se lo dejamos a la hinchada", dicen los hermanos; por el lado rival, aseveran que "ellos nos van a salir a comer los talones, porque son locales y no querrán que festejemos. Pero aún si sabemos que el número 1 de la Conferencia lo tengamos asegurado, nosotros vamos a salir con todo, a morderle los talones también, ya que no queremos perder para nada el primer clásico".

Alrededor de tamaña expectativa, jugadores, dirigentes e hinchas son parte de la vida cotidiana, por lo que tras las cargadas lógicas de quien termine mejor durante los 40 minutos, seguirán las relaciones amenas y cordiales. De hecho, el ejemplo más cabal son los entrevistados, quienes apenas se encontraron en la estación de trenes, hubo saludos, risas y charlas mutuas. Ignacio Del Peral y Pato Pontillo cursaron la secundaria juntos, en el Colegio Juan XXIII; Sebastián Tilloy vive a 8 cuadras de los hermanos, e incluso jugó en 2011 con la camiseta que tendrá enfrente. "Más vale, fuera de la cancha somos amigos, pero ahi dentro le quiero ganar, así esté mi hermano quiero pasarlos por arriba", tira Tilloy, ante la anuencia del resto, quienes por efecto transitivo apoyan el sentido de lo expresado.

Cuando se les pregunta, ambos bandos esconden las armas estratégicas desplegadas por los entrenadores Sergio Pugliese y Juan Ignacio González. Ríen de manera cómplice, y dicen en lo personal saber nada del rival. La cara de desconfianza de quien les pregunta desata las risas.

Llegó el momento más esperado por la ciudad. Ambas instituciones se verán la cara finalmente en la máxima división. Cuatro de sus hijos dilectos saben que serán parte de un evento que quedará en los libros de sus clubes. Y se prepararon a conciencia para ello. Todo Ramos Mejía está de fiesta.

Luis Desimone para Básquet Capital

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