Gripe o resfrío, ¿es lo mismo?
Muchas veces confundimos una gripe con un resfrío común y solemos recurrir a tratamientos inadecuados que pueden complicar el estado de salud.
Si bien estas enfermedades típicas del invierno se previenen con medidas similares, sus características y, en especial, su tratamiento es diferente. ¡A prestar atención!
¿Qué es el resfrío? ¿Qué es la gripe?
Tanto el resfrío como la gripe son causados por diferentes virus que se contagian fácilmente, principalmente cuando una persona infectada tose o estornuda (las partículas virales viajan hasta 3,7 metros, a través del aire).
En el resfrío, los síntomas más frecuentes (más leves y de menor duración que los de la gripe) son: secreción nasal, congestión nasal y estornudo. A veces se presenta también con dolor de garganta, tos, dolor de cabeza u otros síntomas. Por lo general no hay fiebre, salvo en los niños más pequeños que pueden tener fiebre de alrededor de 38 a 39º C. Suele durar aproximadamente una semana. La presencia de una secreción nasal amarillosa o verdosa es normal con un resfriado después de unos días.
La gripe, por su parte, suele presentarse con fiebre alta (38º o más), dolor de cabeza, decaimiento, tos, dolor de garganta, congestión nasal, dolor muscular y malestar generalizado. Las náuseas, vómitos o diarrea no son comunes en los adultos, pero pueden serlo en los niños. La mayoría de las personas que contraen la gripe se recuperan completamente en una a dos semanas. Sin embargo, puede ser grave, incluso mortal, entre los ancianos, recién nacidos y personas con ciertas enfermedades crónicas, quienes necesariamente deben vacunarse una vez al año antes del invierno.
¡Ojo con los medicamentos!
Si bien los medicamentos para este tipo de enfermedades son de venta libre, es importante no automedicarse. Los medicamentos para el resfrío no acortan su duración, sino que solo alivian los síntomas. Sin embargo, sus componentes pueden aumentar la presión sanguínea, por lo que están contraindicados en personas que sufren de hipertensión arterial. Los medicamentos para niños siempre deben ser indicados por sus pediatras y nunca debe administrárseles medicamentos para adultos, ya que pueden causarles efectos secundarios graves.
Los antibióticos no se deben usar para tratar un resfriado común ni para la gripe, ya que no sirven para combatir los virus y pueden empeorar la situación o encubrir síntomas a los que deberíamos prestar atención. Solo pueden ser indicados por un médico, si el paciente lo requiere. Es importante tomar conciencia de que el uso indiscriminado de antibióticos aumenta la resistencia de las bacterias, con lo cual, en el futuro, los antibióticos dejarán de ser eficaces para las enfermedades que verdaderamente los requieran.
¿Cómo nos cuidamos de las enfermedades del invierno?
Algunos cuidados muy sencillos nos ayudan a prevenir este tipo de enfermedades:
Aplíquese anualmente la vacuna antigripal antes del comienzo del invierno, en especial si se encuentra entre los grupos de riesgo (consulte con su médico).
Lávese las manos: TODOS debemos lavarnos las manos al volver de la calle, después de sonarse la nariz, después de cambiar pañales o ir al baño, antes de comer y antes de preparar alimentos.
Mantenga ventilados los ambientes.
Evite acercarse a personas que padezcan gripe o resfrío.
Desinfecte: limpie las superficies de contacto común (manijas de los lavamanos, picaportes de las puertas, teclados de computadoras) con alcohol u otro tipo de desinfectantes.
No fume en ambientes cerrados y manténgase lo más alejado posible del humo del cigarrillo, ya que es el responsable de muchos problemas de salud, además de resfríos y gripes.
Si tiene un bebé, amamante: se sabe que la leche materna protege contra infecciones de las vías respiratorias, incluso años después haberlo hecho.
Duerma bien: no dormir lo suficiente lo deja más propenso a enfermarse.
Tome agua: los líquidos ayudan a que el sistema inmunitario funcione apropiadamente.
Si presenta los síntomas de gripe o resfrío:
No se automedique, excepto con antitérmicos en el caso de que presente fiebre (más de 38°C), pero evite la aspirina.
Descanse bien y evite actividades extenuantes. Si tiene fiebre, haga reposo.
Beba mucho líquido.
Evite el alcohol y el cigarrillo.
Disponga de un entorno confortable, templado y con una adecuada renovación del aire.
Para no contagiar a otras personas: si tose o estornuda, cúbrase la boca con la parte interior del codo, no con las manos, y evite el contacto con otras personas o compartir elementos como toallas o vajilla.
Señales para consultar con el médico
Es necesario prestar atención a algunas señales que indican que el paciente requiere atención médica urgente:
En los niños, síntomas como fiebre sostenida, respiración rápida o trabajosa, color de la piel azulado, cambios en el estado de conciencia (tales como dificultad para despertarse) e irritabilidad. También cuando los síntomas de la gripe mejoran, pero luego regresan con fiebre y empeoramiento de la tos.
En los adultos, síntomas como fiebre alta o sostenida, dificultad en la respiración o falta de aire, dolor o presión en el pecho, desmayo, confusión o vómitos severos y/o persistentes.
Si el estado del enfermo empeora en lugar de mejorar.
Si todos colaboramos, podemos cuidarnos mejor.
Fuentes:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish
http://www.anmat.gov.ar/Medicamentos/gripe_y_resfrio.pdf
Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Fundación Favaloro
Muchas veces confundimos una gripe con un resfrío común y solemos recurrir a tratamientos inadecuados que pueden complicar el estado de salud.
¿Qué es el resfrío? ¿Qué es la gripe?Tanto el resfrío como la gripe son causados por diferentes virus que se contagian fácilmente, principalmente cuando una persona infectada tose o estornuda (las partículas virales viajan hasta 3,7 metros, a través del aire).
En el resfrío, los síntomas más frecuentes (más leves y de menor duración que los de la gripe) son: secreción nasal, congestión nasal y estornudo. A veces se presenta también con dolor de garganta, tos, dolor de cabeza u otros síntomas. Por lo general no hay fiebre, salvo en los niños más pequeños que pueden tener fiebre de alrededor de 38 a 39º C. Suele durar aproximadamente una semana. La presencia de una secreción nasal amarillosa o verdosa es normal con un resfriado después de unos días.
La gripe, por su parte, suele presentarse con fiebre alta (38º o más), dolor de cabeza, decaimiento, tos, dolor de garganta, congestión nasal, dolor muscular y malestar generalizado. Las náuseas, vómitos o diarrea no son comunes en los adultos, pero pueden serlo en los niños. La mayoría de las personas que contraen la gripe se recuperan completamente en una a dos semanas. Sin embargo, puede ser grave, incluso mortal, entre los ancianos, recién nacidos y personas con ciertas enfermedades crónicas, quienes necesariamente deben vacunarse una vez al año antes del invierno.
¡Ojo con los medicamentos!
Si bien los medicamentos para este tipo de enfermedades son de venta libre, es importante no automedicarse. Los medicamentos para el resfrío no acortan su duración, sino que solo alivian los síntomas. Sin embargo, sus componentes pueden aumentar la presión sanguínea, por lo que están contraindicados en personas que sufren de hipertensión arterial. Los medicamentos para niños siempre deben ser indicados por sus pediatras y nunca debe administrárseles medicamentos para adultos, ya que pueden causarles efectos secundarios graves.
Los antibióticos no se deben usar para tratar un resfriado común ni para la gripe, ya que no sirven para combatir los virus y pueden empeorar la situación o encubrir síntomas a los que deberíamos prestar atención. Solo pueden ser indicados por un médico, si el paciente lo requiere. Es importante tomar conciencia de que el uso indiscriminado de antibióticos aumenta la resistencia de las bacterias, con lo cual, en el futuro, los antibióticos dejarán de ser eficaces para las enfermedades que verdaderamente los requieran.
¿Cómo nos cuidamos de las enfermedades del invierno?Algunos cuidados muy sencillos nos ayudan a prevenir este tipo de enfermedades:
Aplíquese anualmente la vacuna antigripal antes del comienzo del invierno, en especial si se encuentra entre los grupos de riesgo (consulte con su médico).
Lávese las manos: TODOS debemos lavarnos las manos al volver de la calle, después de sonarse la nariz, después de cambiar pañales o ir al baño, antes de comer y antes de preparar alimentos.
Mantenga ventilados los ambientes.
Evite acercarse a personas que padezcan gripe o resfrío.
Desinfecte: limpie las superficies de contacto común (manijas de los lavamanos, picaportes de las puertas, teclados de computadoras) con alcohol u otro tipo de desinfectantes.
No fume en ambientes cerrados y manténgase lo más alejado posible del humo del cigarrillo, ya que es el responsable de muchos problemas de salud, además de resfríos y gripes.
Si tiene un bebé, amamante: se sabe que la leche materna protege contra infecciones de las vías respiratorias, incluso años después haberlo hecho.
Duerma bien: no dormir lo suficiente lo deja más propenso a enfermarse.
Tome agua: los líquidos ayudan a que el sistema inmunitario funcione apropiadamente.
Si presenta los síntomas de gripe o resfrío:
No se automedique, excepto con antitérmicos en el caso de que presente fiebre (más de 38°C), pero evite la aspirina.
Descanse bien y evite actividades extenuantes. Si tiene fiebre, haga reposo.
Beba mucho líquido.
Evite el alcohol y el cigarrillo.
Disponga de un entorno confortable, templado y con una adecuada renovación del aire.
Para no contagiar a otras personas: si tose o estornuda, cúbrase la boca con la parte interior del codo, no con las manos, y evite el contacto con otras personas o compartir elementos como toallas o vajilla.
Señales para consultar con el médicoEs necesario prestar atención a algunas señales que indican que el paciente requiere atención médica urgente:
En los niños, síntomas como fiebre sostenida, respiración rápida o trabajosa, color de la piel azulado, cambios en el estado de conciencia (tales como dificultad para despertarse) e irritabilidad. También cuando los síntomas de la gripe mejoran, pero luego regresan con fiebre y empeoramiento de la tos.
En los adultos, síntomas como fiebre alta o sostenida, dificultad en la respiración o falta de aire, dolor o presión en el pecho, desmayo, confusión o vómitos severos y/o persistentes.
Si el estado del enfermo empeora en lugar de mejorar.
Si todos colaboramos, podemos cuidarnos mejor.
Fuentes:http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish
http://www.anmat.gov.ar/Medicamentos/gripe_y_resfrio.pdf
Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Fundación Favaloro
No hay comentarios:
Publicar un comentario